Cómo Llegar a Spinalonga Island – Creta
Crete, Greece
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Spinalonga Island – Crete
Parking
10€ + 8€
1-2h
9/10. (Bastante concurrido)
–
8.5/10
Spinalonga es una isla fortificada con una superficie de unas 10 hectáreas. Se encuentra a menos de 1km del pueblo costero de Plaka, al este de Creta. Aunque el islote tiene una historia rica que se remonta a la antigüedad con los Venecianos y los Turcos, su principal interés cultural yace en el periodo contemporáneo. De hecho, la isla albergó una de las últimas colonias de leprosos de Europa, la cual fue abandonada por sus últimos residentes en 1957.
Plaka se encuentra a 25 minutos al norte de Agios Nikolaos, y a 1h 10’ al este de Heraklion en coche. La forma más rápida de llegar a Spinalonga es en barco desde el pequeño puerto de Plaka. Sin embargo, también puedes ir desde Elounda o Agios Nikolaos.
Las carreteras están bien, por lo que puedes hacerlo incluso con un Fiat Punto. Puedes dejar el coche sin coste alguno al lado del puerto de Plaka, aunque no hay muchas plazas.
Los barcos parten cada 30 minutos (cuesta 10€ ida y vta), toma unos 5 minutos y no necesitas reservar por adelantado. Ellos dicen que su datáfono no funciona… por lo que lleva algo de efectivo por si acaso siguiera sin funcionar.
El coste de la entrada a la fortificación es 8€ (gratis si eres estudiante menor de 26) y aquí sí que puedes pagar con tarjeta. Una vez allí encontrarás una cafetería algo cara y baños (0.5€)
Si tienes prisa, puedes visitar el islote entero en 30 minutos. Sin embargo, se recomienda ir con un guía ya que no hay ningún panel explicativo o audio-guías disponibles en el lugar.
Hay tours organizados desde Agios Nikolaos que incluyen un guía, pero la verdad es que es mejor visitar el islote con un lugareño, ya que te ofrecerá una experiencia más auténtica y personal, en grupos más pequeños. Te recomendamos Pavlos ([email protected]; +30 6940 10 29 90.), él es de un lugar cercano a Plaka. Aprenderás un montón sobre la historia del lugar, los secretos del islote y la arquitectura veneciana y otomana en un tour de 1-2 horas, por un precio de 10€/persona.
Spinalonga es un lugar muy popular, el segundo sitio arqueológico más visitado de la isla después de Knossos. Hay grandes barcos turísticos que llevan gente en excursiones organizadas, así que espera encontrarlo lleno de gente.
Una vez al año hay una competición de natación desde Plaka hasta Spinalonga que conmemora la ruta que los leprosos tuvieron que hacer para escapar de la isla.
Hay una playa en la parte de la isla que mira hacia Plaka. Es rocosa y fea, pero lo suficientemente buena para darse un chapuzón en un día caluroso en Creta.
Historia
El islote, que solía estar conectado al continente, fue ocupado por primera vez durante la antigua Grecia. Los venecianos llegaron en el siglo XVI y construyeron una impresionante fortaleza que aislaron artificialmente del resto de Creta. Spinalonga fue posteriormente capturada por los otomanos tras un largo asedio, medio siglo después de su conquista del resto de Creta.
La isla permaneció ocupada por un asentamiento turco hasta casi 50 años después de la revuelta cretense. Entonces, la isla se convertiría en una colonia de leprosos cuando las autoridades griegas enviaron a los primeros en 1903.
A principios del siglo XX, la isla se utilizó para aislar a los leprosos del resto de la población. Pacientes de todo el país fueron enviados al islote y abandonados a su suerte, con muy pocos medios de apoyo y sin recibir atención médica. En esa época, la vida diaria en Spinalonga era dura y precaria, y la miseria prevalecía entre sus residentes.
Todo cambió en los años 30, cuando un joven estudiante de derecho fue enviado a la isla: Epameinondas Remoundakis. Impactado por la dramática situación de los leprosos, informó a la opinión pública sobre sus condiciones de vida en la isla y logró negociar progresivamente con las autoridades y asegurar una serie de beneficios, como instalaciones de atención médica adecuadas, una asignación mensual decente e incluso un cine. Cuando se encontró la cura para la lepra, el islote comenzó a perder a sus habitantes hasta que el último residente, un sacerdote ortodoxo sano, partió en 1962 después de conmemorar al último fallecido a los 40 días, 6 meses, 1 año, 3 años y 5 años después de su muerte de acuerdo con la tradición.
Durante mucho tiempo ocultado y negado por las autoridades griegas, esta página oscura de la historia de Spinalonga se expone actualmente al gran público, y se llevan a cabo importantes trabajos de reconstrucción y restauración con el objetivo de integrar Spinalonga en la lista del Patrimonio Mundial de la UNESCO. Durante tu visita al islote, podrás ver casas con algunas instalaciones en su interior, tanques de agua venecianos, una sala de desinfección, un mercado, un cementerio e incluso una iglesia ortodoxa que aún está activa hoy en día. Tiene un importante significado simbólico para los lugareños y se celebran bodas y otros eventos allí
Spinalonga es una visita obligada en Creta. Nadie queda indiferente ante su reciente pasado trágico. Tampoco hay que olvidar las historias de esperanza y resiliencia que sucedieron dentro de sus muros.
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